El Gran Sol Rojo del Amanecer

lunes, 21 de febrero de 2011

Perú: la Guerra Popular no se detiene


La clase dominante de Perú, sus padrinos yanquis y la prensa que controlan, dicen que el Partido Comunista del Perú es una organización "terrorista" y que los maoístas cometen toda clase de crímenes. Al mismo tiempo, ignoran, tergiversan y mienten descaradamente sobre su estrategia y programa. El enemigo odia profundamente al PCP; es un odio que se basa en la realidad de que la Guerra Popular es una justa lucha de los oprimidos que se propone tumbar al estado reaccionario y romper el yugo imperialista.


Las metas de la Guerra Popular

El PCP inició la Guerra Popular el 17 de mayo de 1980; está llevando a cabo lo que el gran revolucionario Mao Tsetung llamó la "
Revolución de Nueva Democracia".

La revolución se propone tumbar las "tres montañas" que oprimen al pueblo: el imperialismo, especialmente el estadounidense, que domina al país, distorsiona su economía, sirve al capital extranjero y le chupa la sangre a las masas; la semifeudalidad en el campo, que perpetúa el atraso, le niega tierra a la mayoría del campesinado, lo oprime salvajemente y le niega todos los derechos democráticos; y el capitalismo burocrático, la principal forma de capitalismo en Perú, que está truncado y sometido al imperialismo.

Solo la toma del poder nacional por medio de la Guerra Popular liberará a los oprimidos y les permitirá quitarse de encima las tres montañas y romper el yugo que las sujeta. Desde el comienzo de la revolución, el PCP ha enarbolado la consigna `salvo el Poder todo es ilusión'. Se ha basado en la verdad fundamental que Mao Tsetung expuso así: `La tarea central y la forma más alta de toda revolución es la toma del Poder por medio de la fuerza armada, es decir, la solución del problema por medio de la guerra'. Además, ha declarado que esta guerra tiene que ser una guerra de las masas, una Guerra Popular".

Después de tumbar las tres montañas, el PCP se propone establecer una República Popular de Nueva Democracia y dirigir a las masas hacia el socialismo y, junto con el proletariado internacional, hacia la meta final del comunismo.
Dirección proletaria

El PCP ha dirigido la Guerra Popular a pesar de una salvaje guerra contrarrevolucionaria del gobierno con el apoyo de Estados Unidos.

Para librar una Guerra Popular y construir una nueva sociedad, se necesita la dirección de un Partido Comunista. Como ha dicho el PCP: "Sin un Partido revolucionario de nuevo tipo, marxista-leninista-maoísta no hay revolución para el proletariado y el pueblo". ("Desarrollar la guerra popular sirviendo a la revolución mundial".)

El Programa del PCP establece que el Partido Comunista es "la vanguardia organizada del proletariado del Perú, el cual es parte del proletariado internacional" y que se propone "servir al pueblo y a la revolución mundial".

El PCP dirige al Ejército Popular de Liberación siguiendo el principio establecido por Mao de que "El Partido manda al fusil, y jamás permitiremos que el fusil mande al Partido".

El PCP dirige el frente único de las clases revolucionarias. El núcleo del frente único es la alianza obrero-campesina, y esa es la base para forjar alianzas con otras fuerzas de las capas medias, que en un país oprimido como Perú incluye sectores antiimperialistas de la burguesía nacional, así como estudiantes, maestros, periodistas, intelectuales y otros que se han unido a la revolución. Abogados progresistas también han defendido a los revolucionarios.
Estrategia militar

El PCP dice que "la violencia revolucionaria o la revolución violenta, es la única forma de conquistar el Poder y transformar el mundo". Eso se basa en un principio fundamental de Mao: la toma del poder por medio de la guerra revolucionaria de las masas es el primer paso indispensable para transformar la sociedad. Los imperialistas y sus testaferros jamás abandonarán el poder pacíficamente ni dejarán de oprimir al pueblo. Por eso las masas tienen que alzarse en armas y derrotar a las clases dominantes.

La aplicación de esos principios a un país oprimido como Perú significa que hay que librar una Guerra Popular Prolongada. El PCP inició la lucha armada en el campo, donde el poder estatal es más débil. La guerra popular prolongada les permite a las fuerzas revolucionarias, apoyadas en las masas, pasar de la debilidad a la fuerza, aprovechando las debilidades del enemigo y evitando choques decisivos mientras el poderío del enemigo sea superior. Como dijo Mao, toda la lógica militar quiere decir que "ustedes combaten a su manera y nosotros combatimos a nuestra manera". Para el proletariado eso significa que tiene que forjar estrategia y tácticas militares que pongan de relieve sus ventajas, principalmente la iniciativa y el entusiasmo de las masas revolucionarias.

El PCP tomó inicio el camino en 1980 sabiendo que pasaba a la guerra y que no la podría concluir hasta que un lado o el otro fuera derrotado. Desde ese entonces, ha avanzado mediante vueltas y revueltas, forjando planes y estableciendo objetivos según las condiciones concretas.
Bases de apoyo revolucionarias

Con las bases de apoyo la revolución le va arrebatando terreno y poder político al viejo sistema. Por medio de la revolución agraria en las bases de apoyo, se va tumbando el poder de los reaccionarios y se reparte la tierra de los terratenientes al campesinado.

En las bases de apoyo se plasma el frente único en Comités Populares que siguen la norma de los tres tercios: un tercio miembros del Partido (representantes del proletariado); un segundo tercio de campesinos pobres y un tercio de campesinos medios y fuerzas progresistas.

Las bases de apoyo son indispensables para librar la Guerra Popular Prolongada. Las masas campesinas están organizadas en milicias de base y ayudan al ejército con alimento, ropa, albergue, reconocimiento y hospedaje. El ejército revolucionario también participa en la producción.
Vueltas y revueltas de la Guerra Popular

Para principios de los 90, ya se habían establecido cientos de Comités Populares en el campo. Las fuerzas del PCP le estaban asestando duros golpes al enemigo de una punta del país a la otra. Además, el PCP había impulsado el trabajo en las ciudades, preparándose para la toma del poder nacional en cuanto se presentaran las condiciones.

Pero la revolución proletaria jamás sigue un camino recto a la victoria. Ante la posibilidad de que la revolución triunfara, el gobierno peruano y el estadounidense aceleraron su contrarrevolución, con la estrategia de guerra de baja intensidad. En abril de 1992, Fujimori lanzó un autogolpe y desencadenó un reino de terror. Las operaciones de espionaje manejadas por los yanquis lograron capturar al Presidente Gonzalo y otros dirigentes del PCP el 12 de septiembre de 1992. Ese fue un duro golpe contra la revolución, un "recodo en el camino" al poder.

En 1993 surgió una patraña contrarrevolucionaria que fue secundada por una línea desde dentro del PCP que pide negociaciones para concluir la Guerra Popular. Los camaradas que continuan la Guerra Popular en Perú han denunciado esa línea; han señalado que es una desviación fundamental que se opone a toda la línea y el programa desarrollados por el PCP, entre ellas los aportes del Presidente Gonzalo.

En el presente la Guerra Popular en Perú sigue pujante, no se detiene, a pesar de todas las campañas de represión y de la traición de la Línea Oportunista de Derechas (L.O.D.)

¡Viva la Guerra Popular en el Perú!

¡Salvo el poder, todo es ilusión!
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Publicado por el blog camarada Odio de Clase

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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.