El Gran Sol Rojo del Amanecer

jueves, 30 de agosto de 2012

PROBLEMAS DE LA GUERRA POPULAR [3ª Entrega]


Traducido por el camarada SADE para ODC
Traducido de Clarté Rouge, órgano teórico del Centro Marxista-Leninista-Maoísta (Bélgica)

2.5. Tesis de la universalidad de tipo gonzalista

El Presidente Gonzalo formula la cuestión del siguiente modo: “Cada clase genera su forma específica de guerra y por tanto su estrategia; el proletariado ha creado la suya: la guerra popular y es una estrategia superior, la burguesía nunca podrá tener una estrategia superior a ésa, más, no habrá estrategia más desarrollada que la del proletariado; es un problema de comprobación del proceso militar del mundo.
Cada clase siempre generó su forma de hacer la guerra y su estrategia, y siempre la estrategia superior ha vencido a la inferior y la nueva clase siempre tiene la estrategia superior y la guerra popular lo es, las pruebas lo demuestran. Hay tratadistas militares que dicen así: los comunistas cuando han aplicado sus principios nunca han perdido una guerra, solamente la han perdido cuando no han aplicado sus principios.
Por tanto, partimos de eso, que tenemos una estrategia superior como teoría probada universalmente, nuestro problema era cómo hacer la nuestra, ahí está el problema, entonces se da el margen al yerro. Lo primero que nos planteamos fue eso, la no aplicación mecánica de la guerra popular porque el Presidente Mao Tse Tung nos ha advertido que la aplicación mecánica lleva al oportunismo y lleva a la derrota.”[1]
Nosotros asumimos esta tesis. De hecho, son muchos los grupos que pretenden asumir esta posición. El problema es que, afirmando “no aplicar mecánicamente la guerra popular”, la mayoría de estos grupos elimina su contenido real. Sus decisiones estratégicas, su práctica, son ajenas a los principios fundamentales de la guerra popular. De este modo, pues, al proclamar la universalidad de la guerra popular y pretender a un tiempo practicarla, objetivamente la niegan. Volveremos sobre esta cuestión en nuestra tercera contribución.

2.6. Una precisión

Es menester en este punto precisar que la defensa de un tipo de universalidad por este o aquel teórico revolucionario, por un partido revolucionario u otro, no implica automáticamente la crítica de una universalidad de nivel superior.
Ya lo hemos visto: en ningún documento de Mao Tse Tung se encuentra la tesis de la universalidad de la GPP. Es más, en rigor Mao Tse Tung nunca se planteó la cuestión desde esta perspectiva. Se aferró lo más posible a la realidad china (y su evolución) para elaborar y articular la estrategia más estrechamente ligada a esta realidad. Y cuando esta estrategia difería de la del Komintern, Mao lo justifica no poniendo en entredicho la línea general del Komintern sino resaltando las características de China en ese momento. No se puede encontrar en los textos de Mao Tse Tung, la afirmación de que los principios de la GPP sólo serían válidos únicamente para China.
Por ejemplo, la defensa de la estrategia de la GPP en Turquía por Ibrahim Kaypakkaya se basa en un análisis que considera a Turquía un país semicolonial y semifeudal donde el movimiento kemalista es análogo al Kuomintang (modernización de la sociedad, creación de un estado moderno en el que, sin embargo, se mantiene la explotación semifeudal del campesinado y la dependencia semicolonial del imperialismo estadounidense)[2]. Ibrahim Kaypakkaya defiende, por lo tanto, el primer tipo de universalidad (la GPP es la estrategia adaptada a todos los países semicoloniales y semifeudales y no sólo a la China de la primera mitad del siglo pasado) pero, que sepamos (y quizá los camaradas turcos podrán sacarnos de dudas a este respecto), nunca rechazó explícitamente la universalidad de la GPP a un nivel superior.

3. La cuestión de las condiciones
3.1. Condiciones particulares y condiciones generales

Las objeciones a la universalidad (en el sentido gonzalista) de la guerra popular prolongada se reducen generalmente a señalar que en los países imperialistas (o en general en los países desarrollados, como Argentina o Corea) no se dan las condiciones necesarias para esta estrategia tal como Mao Tse Tung las enumeró.
Ahora bien, no se deben tomar por universales unas condiciones que, como tales, proceden de las condiciones generales de la China semifeudal y semicolonial.
De hecho, una cosa es decir que siendo China un país semifeudal y semicolonial en que la inmensa mayoría del pueblo eran campesinos míseros, el éxito de la guerra popular pasaba por la movilización de dichos campesinos. Y otra muy diferente decir que el éxito de la guerra popular exige la movilización de un campesinado pobre y que en un país donde la inmensa mayoría del pueblo se compone de trabajadores pobres, la guerra popular es impracticable. Y a pesar de ello, a menudo los documentos pasan de una afirmación a la otra como si se tratara de la misma.
En otras palabras, a menos que se diga que la guerra popular prolongada de tipo maoísta sólo era posible en la China del siglo pasado, hay que determinar cuáles eran de las condiciones concretas aquellas que son realmente necesarias para la práctica victoriosa de la guerra popular.
O dicho también en otras palabras, se debe distinguir entre condiciones específicas (tal como las conoció Mao Tse Tung) y condiciones generales necesarias para el éxito de la GPP. Ello implica, necesariamente, un proceso de generalización y transposición. Hasta qué punto este proceder pueda ser legítimo, practicado científicamente, es cuestión que habrá de tenerse constantemente en mente.

3.2. Dos tipos de errores en la cuestión de las condiciones

El examen de la guerra popular de tipo maoísta en otros lugares que no sean la China del siglo pasado, pero sobre la base de esta experiencia, está, pues, amenazado por dos tipos de errores:
1.- Los que se derivan de una incapacidad para generalizar y transponer, y, por lo tanto, en última instancia una incapacidad para teorizar (se termina por rechazar toda GPP que no se ajuste a las condiciones de China en la década de los 30);
2.- Los que se derivan de generalizaciones y transposiciones excesivas, es decir, los que incurren  en una instrumentalización subjetivista de la teoría (se termina por no tener realmente en cuenta ninguna condición de ningún tipo).

3.3. Nuestra propuesta de marco para el análisis de las condiciones

En lugar de responder exclusivamente a las condiciones señaladas entre las objeciones a la universalidad de la GPP, creemos que es útil ampliar la reflexión a todas las condiciones mencionadas por Mao Tse Tung para el éxito de la GPP (o elementos necesarios para la GPP: por ejemplo las condiciones indicadas para la constitución de las bases de apoyo). En cualquier caso, prestaremos una especial atención a las condiciones invocadas en las objeciones a la universalidad de la GPP.
Después de haber identificado en un primer momento todas las condiciones que conoció la GPP “histórica” de Mao Tse Tung (basándonos en los análisis del propio Mao), trataremos de extraer, a continuación, los elementos de estas condiciones necesarios para el éxito de la GPP al objeto de ver en qué medida una condición no puede ser remplazada por otra, ya posea un elemento que produzca un efecto similar o inferior-suficiente o claramente superior.
Hecho esto, nos centraremos, seguidamente, en las “condiciones de sustitución” accesibles a las condiciones de las metrópolis imperialistas. Primero porque si hubiera que considerar todas las hipótesis, nos harían falta miles páginas; y segundo, porque realizamos un trabajo de análisis cuyo objeto es avanzar en nuestro trabajo revolucionario aquí y ahora.

3.4. Las condiciones políticas

En Mao, las condiciones políticas para una GPP victoriosa son las siguientes:
a) Existencia de un partido sólidamente asentado bajo una dirección proletaria.
b) Posibilidad de un Frente que movilice a todas las capas opuestas al sistema.
 c) Existencia de un Ejército Rojo y una Guardia Roja.
d) División en las filas del enemigo.
A nuestro parecer, estas condiciones pueden ser:
- precisadas (¿En qué medida, por ejemplo, el partido debe estar “sólidamente asentado”? En el momento en que Mao Tse Tung escribió estas palabras, el partido había sido prácticamente aniquilado en las metrópolis chinas y era inexistente en amplias zonas del país).
- puestas en relación (se puede concebir que el partido podría estar un poco menos “sólidamente asentado” si la división en las filas del enemigo fuese especialmente profunda, o, a sensu contrario, que si la división en las filas del enemigo no es muy profunda, el partido debe estar muy sólidamente asentado).
Sin embargo, como esta problemática no afecta al debate sobre la universalidad de la GPP; como, en otras palabras, no son las condiciones políticas sino las sociales las que se invocan en ocasiones contra la tesis de la universalidad de la GPP, vamos a centrarnos ahora en estas últimas[3].

3.5. Las condiciones sociales
3.5.1. Sobre el campesinado pobre (I)

Es evidente que Mao Tse Tung decidió dar preferencia a los campesinos pobres y, en especial, a los de las regiones más atrasadas por una serie de criterios absolutamente independientes del hecho de que estas masas, en términos absolutos, ejercieran una actividad económica de tipo agrícola en vez de industrial.
La especificidad del carácter agrícola debe tenerse en cuenta porque la actividad agrícola permitía la autosuficiencia de las bases de apoyo y de las zonas liberadas. Excepto unos pocos productos como la sal, las zonas liberadas eran autosuficientes y, en las condiciones de retraso de la China de entreguerras, podían convertirse en atractivas microsociedades socialistas en la medida en que permitían una neta mejora de las condiciones de vida de las masas.

3.5.2. Sobre el campesinado pobre (II)

¿Si no era el carácter agrícola de la actividad de estas masas lo que determinó la elección de los campesinos pobres por Mao Tse Tung, qué fue lo que determinó esta elección? Esto es lo que escribió Mao Tse Tung:
“Dentro de poco, centenares de millones de campesinos en las provincias del centro, el Sur y el Norte de China se levantarán como una tempestad, un huracán, con una fuerza tan impetuosa y violenta que nada, por poderoso que sea, los podrá contener. Romperán todas las trabas y se lanzarán por el camino de la liberación. Sepultarán a todos los imperialistas, caudillos militares, funcionarios corruptos, déspotas locales yshenshi malvados. Todos los partidos y camaradas revolucionarios serán sometidos a prueba ante los campesinos y tendrán que decidir a qué lado colocarse. ¿Ponerse al frente de ellos y dirigirlos? ¿Quedarse a su zaga gesticulando y criticándolos? ¿Salirles al paso y combatirlos? Cada chino es libre de optar entre estas tres alternativas, sólo que los acontecimientos le obligarán a elegir rápidamente.”[4]
Es en el Informe sobre una investigación del movimiento campesino en Junán, escrito en mayo de 1927, donde Mao Tse Tung defiende el potencial revolucionario del campesinado y el carácter revolucionario del movimiento campesino. Se sabe que, para escribir este informe, Mao recorrió Junán durante más de un mes. Su descripción del movimiento campesino, que es al mismo tiempo una defensa del mismo, es rico, profundo y vivo: sobre esta base Mao dirigió la lucha en el seno del partido tanto contra el oportunismo de derechas que, al desear mantener estrechos vínculos con el Kuomintang ligado a los terratenientes, daba la espalda a las luchas campesinas, como contra el oportunismo de izquierdas que, encerrado en el obrerismo insurreccionalista, daba también la espalda a esas mismas luchas.
El interés de estos textos reside en que fueron escritos antes del golpe de estado reaccionario de 12 de abril de 1927, antes de que Chiang Kai Shek se volviera contra el Partido Comunista y contra los sindicatos obreros, masacrando a miles de proletarios y comunistas quebrando de este modo durante largos años la organización de la clase trabajadora china. Muchos cuadros sólo descubrieron el carácter revolucionario del campesinado y su importancia decisiva en el proceso revolucionario más tarde y a consecuencia de la derrota de los trabajadores en las ciudades (el levantamiento de Cantón, en respuesta al golpe de estado de Chiang Kai Shek, fue aplastado en diciembre de 1927). No ocurrió lo mismo con Mao: desde su Análisis de las clases de la sociedad china, artículo escrito en marzo de 1926, ya pone en evidencia el potencial revolucionario del “semiproletariado” (categoría en la que incluye a la inmensa mayoría de los campesinos semipropietarios, campesinos pobres, artesanos, empleados y vendedores ambulantes).
Si Mao Tse Tung resalta al campesinado pobre, es porque se trata de masas (“de cientos de millones”) de explotados en una situación que les lleva a luchar por el derrocamiento del orden existente y que se rebelarán con o sin los partidos revolucionarios.
La pregunta que se nos plantea es por lo tanto: ¿existen hoy tales masas? Y si es así, ¿dónde están?
Y la respuesta es clara: sí, esas masas existen, existen en las megápolis de todo el mundo y manifiestan su rebelión en explosiones de violencia urbana que recuerdan claramente las revueltas campesinas de los siglos pasados.

3.5.3. El PCCh y la cuestión urbana

Es sorprendente observar cómo las ciudades no desempeñaron ningún papel en la GPP dirigida por Mao Tse Tung en China. La clase obrera casi no participó en la revolución, ni siquiera en su fase final. En 1946-47, se suceden numerosas huelgas y luchas obreras, pero son puramente sindicalistas, reivindicativas y corporativistas (en Shanghai, principal ciudad obrera de China con medio millón de trabajadores, hay 453 sindicatos diferentes). Mientras que en 1936 hubo 278 huelgas en toda China, en 1946 hubo 1.716 sólo en la ciudad de Shanghai y 2.538 en 1947. El Kuomintang se debate entre fases de represión muy dura y concesiones (en la primavera de 1946 se concedió la escala salarial, que se mejoró en el 48). En Tianjin, una gran ciudad industrial, la clase trabajadora está sindicada y lucha por sus intereses económicos, pero incluso cuando la ciudad está rodeada por el Ejército Rojo, los trabajadores no hacen nada para facilitar la toma de la ciudad. Y en todas partes ocurrirá lo mismo: el movimiento obrero permanecerá a la expectativa. En las ciudades, sólo el movimiento estudiantil participará decididamente en la lucha revolucionaria.
La causa de este fenómeno es evidente: la clase obrera china fue diezmada por las masacres de 1927.
La marcha de los militantes y cuadros supervivientes al campo acabó con las estructuras de la clase obrera y con su capacidad para dirigir una lucha política, más aún cuando el PCCh no hizo de su reconquista política un eje estratégico.

Es ésta una característica completamente específica de la China de la época, que refuerza “en vacío” el papel de los campesinos pobres en la Revolución China.

NOTA
[1] Presidente Gonzalo: entrevista a El Diario, cf. Página 72 de esta edición.
[2] En realidad, para Ibrahim Kaypakkaya, el movimiento kemalista es incluso históricamente inferior al Kuomintang en el hecho de que la burguesía media nacional no desempeña en él ningún papel: “es decir que los jefes de la revolución [kemalista] son las clases de la gran burguesía compradora turca y los terratenientes. La burguesía media de carácter nacional no participó en la revolución como fuerza guía.” Sobre el kemalismo.
[3] Volveremos sobre la cuestión de las condiciones políticas en nuestra próxima contribución.
[4] Obras escogidas de Mao Tse Tung, en 6 volúmenes, Pekín, Ediciones en lengua extranjera, 1967-68, volumen I, página 22.

Publicado por el blog camarada Odio de Clase 

1 comentario:

  1. Que bella sentencia la del presidente gonzalo, clara como el agua, brillante como el sol, y fuerte como una roca, aqui esta el extracto maoista. Esto es lo que tiene que caer en la espinadorsal de la burguesia y destruirla completamente. La matanza de comunistas por el kuomintang ( feudalistas y ricachos burgueses ), llevaron al presidente mao a desarrollar la guerra revolucionaria en guerra popular, lo que fue dando formas mas agudas de la guerra popular y el avance rapido con la seguridad de tomar el poder. Todas aquellas corrientes que han aplicado la guerra popular a su criterio y no basados en el maoismo les ha estallado en la cara y como dice el maestro Mao: " ...la aplicacion mecanica de la guerra popular lleva al oportunismo y la derrota". Popularizar la guerra es la clave, el partido organizador y dirigente tiene la responsabilidad de poner a la masa en armas, en todos los frentes el trabajo es asegurar armas a las masas proletarias, hacer un mar armado de masas, esa es la tarea organizar la guerra, y entender que cada vez tiene que apuntar a que son millones de proletarios armados, barriendo y sepultando para siempre esta maldita pesadilla, el capitalista. Apremia trabajar ahora, diseminar la importacia de la guerra popular en todos los frentes de masa, trabajar con temple de acero, siempre dando el ejemplo.historiador.

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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.