El Gran Sol Rojo del Amanecer

viernes, 18 de mayo de 2018

No dos Estados en Palestina sino un Estado único para palestinos y hebreos




Sobre el establecimiento del Estado de

 Israel



Hoy la solución justa y decisiva es la disolución de Israel y el establecimiento de un estado único para palestinos y hebreos


La Carta Nacional Palestina aprobada en junio de 1964 por el primer Congreso de la Organización de Liberación de Palestina declaró que "Palestina, dentro de las fronteras del Mandato Británico, es una unidad territorial indivisible". 
Más de sesenta años han pasado de la constitución del Estado de Israel (1948) y las tragedias que en este arco de tiempo se han acumulado en el territorio de Palestina y sobre la población palestina, se indica claramente que la única justa solución a este problema dramático es la constitución de Estado Palestino único para palestinos y hebreos.
La actual “cuestión palestina” tiene sus orígenes, en la historia moderna, del desarrollo de la política de expansión colonial implementada por los estados capitalistas que, a partir de la mitad del siglo XIX destinada a ayudar a extender su hegemonía sobre partes del Imperio Otomano ya atravesados por una crisis profunda.
Los colonialistas europeos, primero entre todos ingleses y franceses, miraban con avidez la cuenca del Mediterráneo oriental, extendiendo las rapaces garras coloniales en los territorios del norte de África y el Medio Oriente.
Después del desmoronamiento y el colapso definitivo del Imperio Otomano, la nueva estructura del Medio Oriente encontró forma, en particular, con el último de los tratados de paz firmados al final de la Primera Guerra Mundial. Era el tratado de paz estipulado entre las potencias vencedoras de la Entente y el gobierno del Sultanato de Turquía. Firmado en Sèvres el 10 de agosto de 1920, el preveía la separación de Turquía de Siria, del Líbano, del Iraq y de la Palestina. Estos cuatro países vinieron de hecho transformados en colonias de Francia (Líbano y Siria) e Inglaterra (Irak y Palestina) y, a partir de ello, administrados bajo forma de "territorios-mandatos".
Este nuevo contexto junto con el nunca desaparecido arabismo dio un nuevo impulso al desarrollo del sentimiento nacional. Pero si la lucha de los pueblos por la independencia nacional contra el dominio colonial llevó poco a poco y con éxito para la creación de estados independientes y soberanos, incluso en esa zona, así centro neurálgico del mundo, pero no se puede decir así para Palestina y para su pueblo que, hasta el día de hoy, ve que burlado y negado para a si, este inalienable y fundamental derecho. Esto a causa sea de la política de domino colonial británica como que de la pretensión que el sionismo avanzó en el territorio de Palestina. 

El sionismo como un movimiento político organizado

El sionismo político nació a fines del siglo XIX junto con el desarrollo de fermentos independentistas y empujes nacionales que condujeron al surgimiento de numerosos estados autónomos. En su formación, afectan tanto la tradición religiosa judía del regreso a "Eretz Israel", la tierra de Israel exhibida con el Monte Sión; que la propagación de los pogromos antijudíos en un área, Europa del Este, donde la población de religión judía era muy numerosa. Estas matanzas atroces, causados ​​en gran medida por las fuertes tensiones sociales generadas por la penetración del capitalismo europeo al este, sobre todo la transformación capitalista imperio zarista, encabezó una inmigración masiva de hebreos en varios países, especialmente en Europa occidental y el continente americano.

El flujo migratorio
hebreo causó no poca alarma en las comunidades de correligionarios, especialmente en Alemania, Austria-Hungría y Francia, preocupados y temerosos de las reacciones que podrían generarse a este flujo. Berlín, Viena, Budapest, París no eran ciertamente inmunes al antisemitismo, un término que en Berlín ve su nacimiento a finales de 1800 y pronto se convirtió en habitual para definir el sentimiento de hostilidad, si no el odio abierto , aunque con diferentes raíces "culturales" y religiosas, que se ha manifestado contra los hebreos desde tiempos muy antiguos; sentían esto, también señalado por Stalin como "el legado más peligroso del canibalismo" .

Y fue en la intelectualidad hebrea de estos países que se comenzó a discutir y debatir sobre cómo abordar y aportar una solución a los problemas relacionados con este fenómeno, dando forma al proyecto de construcción de un estado hebraico, como si eso hubiese de alguna manera podido desatar el nudo atávico de la identidad del pueblo hebreo que se manifestaba y todavía hoy a través de la particular forma de identificación entre religión y nacionalidad. Proyectos de tal género se ha intentado en los siglos anteriores desde el final de 1600. Ciertamente aquel que tuvo más resonancia fue el realizado por Mordecai Noah, ex cónsul estadounidense en Túnez, que, en concordancia con el cincuentesimo aniversario de la independencia americana, en 1825, propuso fundar en la Grand Island, un territorio del Estado de New York junto a las cataratas del Niagara, la ciudad de Ararat, un primero centro de una tierra “donde -se leía en el manifiesto-proclama- a la propiedad y a la usanza religiosa le son acordada la máxima protección.. dónde Israel puede habitar en paz de la vid y el árbol e Higuera y dónde nuestro pueblo familiarizarse con el arte del gobierno y con las luces de las ciencias y de la civilización, de modo de poder definitivamente reapropiarse de la antigua herencia”.

Aparte del vasto eco que esta iniciativa tuvo a lo interno de las diversas comunidades hebraicas esparcidas por el mundo y en la prensa internacional, ella no produjo ningún efecto adversa, como fue, en primer lugar por sus propios religiosos que "confiaban" no en la acción humana, sino a la "voluntad divina" el retorno a Israel.

Además es de subrayar cómo el proyecto de Noé abrió al sionismo una brecha en un nuevo horizonte en comparación con el pasado, colocándolo en un nivel más propiamente político. En efecto, en 1862 el rabino de la ciudad prusiana de Thorn, Zvi Hirsch Kalischer, en su libro "En busca de Sion" dice que en el mismo periodo, al Semlin en Serbia, el rabino Alkalai exhortava en sus escritos los hebreos a un retorno a Palestina . Y nuevamente en 1862 fue publicdo otro libro "Roma y Jerusalén" en el cual el autor, Moses Hess, indicaba en la "cuestión hebráica" no un problema "religioso", sino un problema "nacional". "Está ante mí otra vez vivo", escribió Hess- un pensamiento que yo creía para siempre sofocado en el pecho: el pensamiento de mi nacionalidad, inseparablemente ligado al herencia,

Pero es principalmente con
el explicitarse de la teoría y la práctica de Theodor Herzl que nace el sionismo como un movimiento político organizado, con una propia ideología y con un objetivo definido que debe lograrse a través de un programa de realizativo.
Herzl, un periodista húngaro nacido en Budapest en 1860 y luego trasladado en 1878, con su familia a Viena, public
a el volumen "El Estado hebráico. Tentativa una solución moderniza del problema hebraico" en febrero de 1896.

El estado de abandono grave en que se encuentran los hebreos… Ahora yo sostengo que esta fuerza, utilizada de modo justo, sea suficientemente potente para poner en movimiento una gran máquina, para transportar hombres y mercancías. No importa el aspecto exterior de la máquina… Para realizar esta tarea… será creadas dos grandes organismos: la Society of Jews y la Jewish Company. La Jewish Company se ocupa de liquidar todos los intereses patrimoniales de los hebreos que se dispongan a partir, y organiza en el nuevo país la estructura necesaria al desarrollo de la economía... La cuestión de la emigración hebraica debe ser puesta a la orden del día... Los hebreos que se reconocen en nuestra idea de Estado se reúnan entorno a la Sociedad de Judíos.. Dos son los territorios de tomar en consideración. Palestina y Argentina. en entrambos han sido tomados tentativas de colonización dignos de notar. A decir la verdad según el principios equivocado de la progresiva infiltración de los hebreos. La infiltración va siempre a terminar mal. En efecto arriba regularmente el momento en los cuales el gobierno, cediendo a las presiones de la población que se siente amenazada, bloquea el aflujo de hebreos. La emigración tiene de ahí un sentido, solo si a su base está la seguridad de nuestra soberanía. La Society of Jews tratará con los actuales Estados soberanos y bajo la protección de las potencias europeas… ¿Sería preferible Palestina o Argentina?… La Society verificará entrambas cosas. Argentina es un país era preferible Palestina o Argentina?... La Society verificará entrambas cosas. Argentina es uno de los países más ricos de recursos naturales de la tierra, dotada de enormes distancias , escasa población y clima templado. La República Argentina estaría muy interesada en cedernos una parte de su territorio. La actual infiltración hebraica ha producido sólo irritación; necesitaríamos informar a Argentina sobre la sustancial diferencia de la nueva inmigración hebraica. Palestina es nuestra patria histórica, que permanecerá en el corazón… Si Su Majestad el Sultán nos concediese Palestina, nosotros podríamos empeñarnos, comprometernos, a resistematizar las finanzas de Turquía. En favor de Europa construiremos allí una parte de la valla para defenderse de Asia, constituyendo así una vanguardia de la cultura contra la barbarie. Como Estado neutral restaremos en relación con toda la Europa, que deberá garantizar nuestra existencia. Para los lugares santos de la cristiandad se podría encontrar una forma de derecho internacional, para garantizar la extraterritorialidad”.

Poco más de un año después, en agosto de 1897, Herzl organiza y convoca en la ciudad suiza de Basilea el Primer Congreso Mundial Sionista que se concluirá con una declaración en la cual se afirma: “El objetivo del Sionismo es de crear una patria para el pueblo el pueblo hebraico en Palestina, garantizada por ley pública. Para arribar a este objetivo, el congreso contempla los siguientes medios:1. La promoción del asentamiento en Palestina de agricultores, artesanos y comerciantes hebreos; 2. La organización y en el enlace de todo el Hebraismo por medio apropiadas instituciones, locales, y generales, en acuerdo con las leyes de cada país; 3. El reforzamiento del sentimiento y de la conciencia nacional hebraica; 4. Pasos preparatorios para obtener el consenso de los gobiernos, en cuanto necesarios para conseguimiento de los fines del Sionismo”.

En Basilea, de allí, el sionismo muestra su verdadera esencia. Parte de la tesis, ilusoria e insostenible, de la existencia de una única nación hebraica mundial para arribar a promover la creación de un Estado hebraico en Palestina. Esta idea, puesta a la base de su doctrina, servirá, de allí en adelante, al sionismo y a la burguesía hebraica para justificar la ocupación y la colonización de Palestina, activándose de inmediato en la adquisición de propiedades y a la organización de la transferencia a los hebreos de aquellas tierras. Desde el principio la llamada al retorno a Palestina lanzada por el el sionismo no surtió los efectos por ellos buscados ni disturbó en modo alguno la vida y las relaciones existentes entre las poblaciones de Palestina, sea por parte de la gran mayoría de los árabes palestinos que de la parte de la pequeña comunidad de hebreos palestinos que habitaban aquel territorio.


Pero, como se ha señala
do al inicio, fue con el estallido de la Primera Guerra Mundial y el consiguiente colapso y desmembramiento del Imperio Otomano, y con la llegada de los colonialistas ingleses, que, en Palestina, intervendrán aquellos cambios que generarán la actual situación.  Subdividida administrativamente en el período de la dominación otomana en los tres sub-distritos de Akka, Nablus y Jerusalén, Palestina se mantiene bajo (“profilo” = ?) étnico, territorial, cultural y lingüístico, una entidad unida, mostrando todas las características de una nación. 

Palestina y el pueblo palestino

Y incluso antes, si bien no recorriendo una antiquísima historia que tiene su origen en el 3000 antes de Cristo, el pueblo de Palestina ha afrontado unido dramas, guerras y todo lo demás que le fue impuesto por el dominio de los imperios sucesivos en aquel país. Baste para todos en recordar, cuanto aquel pueblo ha sufrido y padecido en el período de las Cruzadas con las masacres perpetradas en daño de los “musulmanes infieles" que de los “hebreos deicidas”. Esto para limpiar el campo de malentendidos arteramente generadas por el sionismo sobre una "innata hostilidad" entre árabes y hebreos o, por otro hacia contrario, por dos entidades diferentes, árabe y hebrea, numéricamente equivalentes, que se han encontrado a aliarse sólo para resistir al común enemigo de turno. Esta visión ha servido casi como una justificación y como un respaldo a la “fórmula de los dos Estados”.

La política sionista
tendente al desarrollo numéricamente creciente de la inmigración hebraica en tierra de Palestina alcanzó un resultado más que modesto en las tres décadas a caballo entre finales de 1800 y principios de 1900. Si se piensa, con este propósito, que en 1917 los hebreos residentes en Palestina, incluidos aquellos con la inmigración más reciente, eran aproximadamente 56,000, en comparación con más de 600,000 árabes palestinos. Esta situación, sin embargo, cambiaría radical como trágicamente, con el comienzo de la ocupación militar y colonial inglesa y la alianza de los nuevos dominadores con el sionismo. Para explicitar claramente la formación de este matrimonio nefasto fue la declaración que el ministro de los exteriores del gobierno de Su Majestad A. J. Balfour, envió al entonces vicepresidente de la Federación Sionista inglesa, Lord W. Rotschild, el 2 de noviembre de 1917. La declaración decía: "El gobierno de Su Majestad acoge con satisfacción el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y hará todo lo posible para facilitar la realización de este objetivo, entendiéndose claramente que nada será un hecho que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos (tenga en cuenta que los derechos políticos, ed) de las comunidades no judías existentes en Palestina, o los derechos y el estatus político disfrutado por los judíos en cualquier otro país son ignorados ". A través de este documento, tanto por el British sionista que, intentaron hacer suya la idea falsa y monstruoso que Palestina era una tierra sin pueblo para ofrecer a un pueblo sin tierra, mientras que, en realidad, un estado opresor concedida a una entidad que nación no era el territorio de una nación que legítimamente aspiraba a convertirse en un estado libre e independiente capaz de asegurar a su población, independientemente de su origen y religión, igual dignidad e igualdad de derechos.

Además, la declaración de Balfour fue "útil" táctica y estratégicamente para el imperialismo británico y sirvió para satisfacer las necesidades políticas inmediatas y de mediano plazo del gobierno británico. En particular, en el inmediato término aseguró el apoyo de las comunidades judías a la causa de la Entente en el conflicto que se desataron, rompiendo definitivamente la relación que se había establecido y mantenido entre los líderes del movimiento sionista y Alemania; además, esto habría implicado una fuerte presión de los círculos sionistas del judaísmo estadounidense sobre el gobierno de Washington para el ingreso a la guerra junto con la Entente.

En cuanto al mediano plazo, la declaración Balfour sirvió al gobierno británico para allanar el camino para que Gran Bretaña obtuviera un mandato sobre Palestina en 1922, garantizándole una sólida presencia estratégica en el área crucial entre el Canal de Suez y el Golfo Pérsico.

Desde esa fecha, y durante más de dos décadas, el colonialismo inglés, en colaboración con la burguesía árabe y sionista, a través de la política cínica y probada de "divide y vencerás", inculcó la división y generó y respiró en el fuego de la hostilidad. entre árabes y judíos, teniendo éxito por cualquier medio y a cualquier costo para mantener su hegemonía en la región.

La lucha por la independencia del pueblo palestino

A lo largo de este período, el pueblo palestino nunca dejará de desarrollar su gloriosa lucha por la independencia y la enérgica defensa de su tierra y su misma existencia contra los imperialistas ingleses y los colonialistas sionistas. Los sangrientos enfrentamientos estallaron en mayo de 1921 en Haifa, Jaffa y Jerusalén. Marcaron solo el comienzo de la heroica Resistencia del pueblo de Palestina en la que se movilizarán las masas de obreros y campesinos del país. Son precisamente los trabajadores y campesinos árabe-palestinos quienes pagan el precio más alto de la política de colonización sionista que tiene como objetivo negarles trabajo a los nuevos inmigrantes judíos y expulsarlos de sus lugares de residencia como los nuevos asentamientos sionistas y el nuevas adquisiciones de tierra, que, sobre todo al principio, fueron vendidas a los sionistas por la burguesía árabe, ávidas de riquezas.

En el fuego de la Resistencia nacen y se desarrollan
también nuevas organizaciones políticas palestinas. En particular, en 1923, se fundó el Partido Comunista Palestino que aplicará una política de unión de trabajadores y campesinos palestinos, ya sean árabes o hebreos, promoverá la sindicalización y el desarrollo de las luchas sindicales y apuntará a la creación de un frente común de lucha de los componentes progresistas y de vanguardia del movimiento nacional palestino. Incluso en el campo de los hebreos, y no sólo entre la población original del lugar, sino también entre los nuevos inmigrantes, hay opositores de la política sionista de expulsión de la población árabe, y que se pusieron del lado de ellos en defensa de su derecho al trabajo. Pero fueron duramente contrastados del sionismo tradicionalista como de aquellas corrientes sionistas socialdemócratas. Muchos de estos hebreos antisionistas, hostigados en Palestina y decepcionados por el giro que habían tomado los acontecimientos, abandonaron el país a finales de los años veinte, emigrando principalmente a la Unión Soviética.

A fines de agosto de 1929 se produjeron nuevos levantamientos populares en Hebrón y Jerusalén, y la lucha del movimiento nacional palestino no se detuvo. Fuertes manifestaciones campesinas sacuden al país en 1933. Mientras tanto, continúa apretada la inmigración judía organizada por el sionismo: en 1929 los hebreos en Palestina son aproximadamente 150,000 y en 1936 llegarán a 400,000 unidades. 

El sionismo en Palestina comienza a actuar como un verdadero y propio estado. Alrededor de los asentamientos hebraicos se forman las primeras infraestructuras, a la Agencia Judía se une la "Asamblea Representativa" que designa un "Consejo Nacional" y, sobre todo, se estructuran las organizaciones militares, incluida la Haganah, el Irgun Tzewai Leumi y la Banda de Estero.

A la siempre más virulenta penetración del sionismo y la represión británica de lucha y manifestaciones populares, el pueblo palestino reactúa en 1936 con una dura, masiva y compacta sublevación popular.  Después de la muerte de un líder de la resistencia, Sheikh Ezzedin al Kassen, el Consejo Supremo árabe, que reagrupaba las fuerzas políticas de la Resistencia palestina, llama a una huelga general a la que se adherio la totalidad del Pueblo palestino, que se convirtió así pronto en una insurrección armada contra ulteriores concesiones al sionismo y por la independencia nacional. 

El gobierno británico responde enviando al país nuevos contingentes militares con el objetivo de reprimir la revuelta, que, sin embargo, se mantiene viva a través de nutridas acciones de guerrilla que han durado por todo el país hasta 1939. Esta revuelta imprimió un nuevo giro a la situación en Palestina, haciendo emerger la creciente dificultad del imperialismo británico en el mantener el control del país de cara, de un lado, la indómita lucha del pueblo palestino decidido a conquistar la propia independencia nacional; del otro, de cara a la pretensión del sionismo que habiendo reforzado la propia posición en Palestina, frente al reclamo del sionismo de haber fortalecido su posición en Palestina, presionando con orgullo el establecimiento de un Estado hebraicoDe hecho ahora los intereses del imperialismo británico y del sionismo y su relación se agrietaba hasta el verificarse los primeros atentados y ataques hebreos contra objetivos británicos.

Para tratar de hacer frente a esta situación, el gobierno inglés instituyó en 1936 una Comisión Real de Investigación que indagase las causas de la revuelta que se desencadenó en el país, liderada por W. R Pael.  En 1937, esta Comisión presentó un proyecto que preveía la división de Palestina en tres zonas. En detalle, la Comisión Pael prevía: 1) el establecimiento de un Estado hebreo que comprendía Galilea y la zona costera del centro-norte del país; 2) una zona bajo control británico que incluía las ciudades santas de Belén y Jerusalén, conectadas a través de un corredor de tierra con el puerto de Jaffa; 3) la anexión del territorio restante, aproximadamente dos tercios, a Transjordania.

El plan Pael fue decisivamente Pael rechazado por los árabes e instrumentalmente aceptada por los sionistas que la llamaron una "base de discusión" porque vieron en ella, por primera vez, concretamente materializarse la idea de establecer un Estado hebreo.
 
Sucesivamente después, en mayo de 1939, cuando ya en la escena internacional se iban espesando las negras nubes de la Segunda Guerra Mundial, los ingleses, para intentar para sofocar la revuelta palestina, tomaron una serie de medidas para contingentar la inmigración hebrea, y limitar la posterior adquisición de tierras de parte de los sionistas, "prometiendo" dentro de diez años la constitución de un Estado palestino independiente.

El estallido de la Segunda Guerra Mundial con el expandirse de la ocupación nazi-fascista en Europa, de sus leyes raciales, de las persecuciones antisemitas y la planificación de la nefasta y criminal acción de exterminio cometidos del nazi-fascismo contra los hebreos, cuyo verdadero alcance y trágico se comenzó saber tan pronto como las fuerzas armadas soviéticas liberaron a los prisioneros sobrevivientes en el campo de concentración de Auschwitz, también tuvieron repercusiones importantes y decisivas en Palestina. En los años de la guerra y en aquellos inmediatamente posteriores, decenas y decenas de miles de judíos ingresaron a Palestina, muchos de ellos clandestinamente después de las nuevas disposiciones británicas sobre la inmigración.

En la Cumbre sionista en esos años había conquistado más peso y más influencia la corriente socialdemócrata. Esto se destacó en la reunión de la Organización Sionista Mundial celebrada en mayo de 1942 en el Hotel Biltmore en Nueva York. Por iniciativa de Ben Gurion, entonces presidente de la Agencia hebraica, se aprobó un programa destinado a construir el estado judío en Palestina al final de la guerra e indicando como necesario para la implementación de este objetivo, la adopción de una nueva estrategia que favorecería la alianza entre el sionismo y EE. UU. 


Inmigración forzada de judíos a Palestina

En agosto de 1945, el presidente de los EE. UU., Truman, solicitó al gobierno inglés que cumpliera con la solicitud de hacer entrar en Palestina 100.000 nuevos inmigrantes judíos. Gran Bretaña que al final del conflicto se encontraba, por un lado, debilitada en su influencia en los territorios donde ejercía su dominio imperialista y, por el otro, fuertemente dependiente en el plano económico del emergente imperialismo estadounidense, que ahora daba a la escena internacional como potencia hegemónica, se opuso a la petición de Truman; pero, al mismo tiempo, propuso al poderoso aliado del ultra-océano formar un comité angloamericano que se ocuparía conjuntamente de la discusión de la cuestión palestina. Los comités angloamericanos, que se reunieron en noviembre de 1945 y en junio de 1946, no alcanzaron empero a encontrar alguna solución al problema ni a proponer “hipótesis de compromiso” practicables, fracasando así en su tentativa.

Mientras tanto, los sionistas continuaban la colonización de Palestina, organizando una escalada continua de ataques terroristas. Tanto los grupos de ''Irgun Tzevai Leumi" y de la "Banda Stern” que la "Haganah", que ahora había asumido el papel y la estructura de un verdadero y propio ejército clandestino, planificaron una campaña de terror en contra la población árabe que contra los ocupantes ingleses.

El 2 de abril 1947 Gran Bretaña, en un intento de buscar una solución aceptable tanto para árabes y sionistas, y que también le permitiese conservar su influencia en la región cada vez más precaria por el expansionismo norteamericano, poner la "cuestión palestina" en la " ONU; enfatizando a través del ministro de colonias Creech Jones que Inglaterra se dirigía a la ONU no para renunciar al mandato sobre Palestina, sino para obtener el apoyo de la Organización misma para ejercer el mandato en una diversa forma

El análisis que la ONU hizo sobre la cuestión palestina y sobre la situación creada en la tierra de Palestina, hace emerger en particular dos tendencias bien definidas, fruto de una visión esencialmente diversa de la "cuestión palestina", que se hace explícito en un lado por Gran Bretaña y USA y, por otro, la URSS. Los imperialistas británicos y estadounidenses tenían un objetivo: mantener Palestina sujeta a la dominación imperialista. El verdadero problema para ellos, era aquel de poder atar Palestina toda una a la carro de su propio imperialismo. Gran Bretaña instó a que independientemente de la solución encontrada por la ONU, preveía su implementación a través de un nuevo "mandato" confiado a Inglaterra. Los Estados Unidos, por otro lado, pretendían expulsar a Gran Bretaña de la región y sustituirla en el control estratégico del área; y, para este propósito, decidió apoyar, entre las soluciones que estaban por avanzar, la de la división de Palestina en dos partes, una árabe y la otra hebrea.


La URSS de Stalin propone un estado palestino binacional árabe-judío

La Unión Soviética, por su parte, exigió repetidamente el reconocimiento inmediato de la independencia de Palestina, la retirada de su territorio de las tropas de ocupación británicas y el fin de toda injerencia extranjera en las cuestiones internas de Palestina. En el pleno reconocimiento del derecho de todos los pueblos a la autodeterminación, la URSS de Stalin presentó la sesión especial apropiado de las Naciones Unidas su propuesta que preveía la creación de un Estado palestino binacional árabe-hebraico, con el sosteniendo con fuerza que esta era la solución más justa a la "cuestión palestina". El gobierno soviético, sin embargo, era consciente de que la situación creada en Palestina por la política del imperialismo británico en los años de su mandato había alimentado aún más la rivalidad y la hostilidad entre árabes y hebreos, haciendo muy difícil su cooperación en un único Estado. Por esta razón, la Unión Soviética decide que había surgido como absoluta e inequívocamente la impractibilidad de su propuesta de "Estado único bi-nacional", ella habría en subordinación la propuesta la revoca del mandato británico y la partición de Palestina en dos estados independientes: un Estado árabe y un Estado hebraico. Lamentablemente, la URSS tuvo que reconocer que su propuesta no habría obtenido la cantidad de votos necesarios para su aprobación en el Consejo de Seguridad de la ONU. Por lo tanto, el 29 de noviembre de 1947, la delegación soviética a la Asamblea General votó la "Resolución 181", que fue aprobada con la mayoría requerida de dos tercios, y que incluye: el levantamiento del mandato británico y la retirada de sus tropas "tan pronto como sea posible y, en cualquier caso, no más tarde del 1 de agosto de 1948 ", la formación de un estado judío en el 56% del territorio con una población de 498 mil judíos y 497 mil árabes; la formación de un estado árabe en el 43% del territorio con una población de 725 mil árabes y 10 mil judíos; un régimen especial internacional para la ciudad de Jerusalén y el área vecina administrada por la ONU, con una población de 105 mil árabes y 100 mil judíos. Además, la Resolución preveía para cada Estado la firma de "un compromiso relacionado con la Unión Económica Palestina" que "tendrá como finalidad: a) la creación de una unión aduanera b) la realización de un sistema monetario común con un tipo de cambio único (c) la administración, en interés común y de forma no discriminatoria, de los ferrocarriles, las carreteras comunes a los dos Estados, los servicios postales, los telégrafos y los puertos y aeropuertos internacionales, d) el desarrollo económico común, especialmente en el riego, cultivo de tierras y conservación del suelo; e) la posibilidad de que los dos estados y la ciudad de Jerusalén utilicen los recursos de agua y energía de manera no discriminatoria ". La resolución de la posición adoptada por la URSS de Stalin sobre la "cuestión palestina", que recibió el apoyo convencido del Partido Comunista Palestino, fue, por lo tanto, muy clara y coherente. De hecho, para la Unión Soviética era la única manera de frenar la influencia del imperialismo británico en la región y también de evitar que el imperialismo estadounidense impusiera su hegemonía sobre Israel. 

El nacimiento de Israel

El 14 de mayo de 1948, se fundó el Estado de Israel. Los Estados Unidos reconocieron "de hecho" a Israel diez minutos después de la proclamación de su fundación. El 15 de mayo el ministro de los exteriores del gobierno provisional de Israel, Shertok, envió un telegrama al Ministro de los Exteriores soviético Molotov: “Tengo el honor de comunicarle, suplicándole trasmita a su gobierno. -se lee allí- que el Consejo Nacional del Estado hebraico, compuesto por representantes electos por todas las Organizaciones hebraicas de Palestina, se ha reunido ayer 14 de mayo de caer el mandato británico. En base a la Resolución aprobada de la Asamblea General de las Naciones Unidas en fecha del 29 de noviembre de 1947 ha declarado la fundación de un Estado hebraico independiente en Palestina;, que asume el nombre de Estado de Israel… A nombre del Gobierno Provisional de Israel pido el reconocimiento oficial del Estado de Israel y de su Gobierno Provisional por parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas ... Aprovecho esta oportunidad para expresar, también en nombre de los hebreos de todo el mundo, la profunda y consciente gratitud de la población hebrea de Palestina por la posición asumida con firmeza por la delegación soviética en la ONU a favor de la constitución de un Estado soberano hebreo en Palestina; por la promoción coherente de esta idea, a pesar de todas las dificultades; por las expresiones de sincera solidaridad con el pueblo hebreo pese a todas las dificultades sufridas en Europa por mano de los carniceros nazis; para la reafirmación del principio que considera a los judíos de Palestina como un pueblo que merece soberanía e independencia ". la gratitud consciente y profunda de la población judía palestina por la posición firme adoptada por la delegación soviética ante la ONU a favor del establecimiento de un estado soberano judío en Palestina; para la promoción coherente de esta idea, a pesar de todas las dificultades; para expresiones de sincera solidaridad con el pueblo judío debido a los sufrimientos sufridos en Europa por los verdugos nazis; por la reafirmación del principio que considera a los hebreos de Palestina como un pueblo que merece soberanía e independencia". 

El 18 de mayo el gobierno soviético reconoc
ía a su vez el Estado de Israel.
La URSS de Stalin
ha sucesivamente tomado distancia de Israel por los crímenes que él cometía contra el pueblo palestino, porque impidía la formación del Estado palestino y por su unión y su alineación con el imperialismo estadounidense. 

La situación actual en Palestina se caracteriza como una tragedia sin fin, cuya dramatizidad es alimentada de día en día. 

El colonialismo agresivo expansionista y el racismo son una parte integrante de la ideología sionista; y sus métodos, como los del nazi-fascismo, se basan en la persecución, la expulsión y las matanzas masivas perpetradas contra el pueblo palestino.

El Estado de Israel, alimentado por el imperialismo estadounidense al cual está ligado a doble hilo y cual representa la fortaleza de control en el Medio Oriente, con su política colonial y racistas, ha devastado Palestina, destruido su tejido social y económico y ha expulsado a la mayoría de su población de su tierra. La expansión de los asentamientos en Cisjordania, la construcción del vergonzoso muro de separación, los repetidos ataques militares con el consiguiente estilicidio de víctimas, el último de los cuales es el genocidio de Gaza, continúan la fragmentación del territorio palestino, para destruirle la hegemonía y convertirlo en un verdadero lager para sus habitantes.


¿Persistiendo esta situación tiene aún sentido hablar hoy de la creación de un Estado palestino?¿Sigue teniendo sentido esta situación para hablar hoy de la creación de un estado palestino? ¿Sobre cuáles bases territoriales y económicas podría surgir? ¿Qué recursos naturales podría usufructuar? ¿En qué modo Cómo podría satisfacer la legítima aspiración de los prófugos al retorno? 

La solución de dos estados no es más plausible. El Estado de Israel debería ser disuelto. La solución de la estabilidad y la justicia al problema palestino es la construcción de un Estado único en que vivan juntos palestinos y hebreos; que, del resto, fue el proyecto al cual mayoritariamente se inspira la resistencia palestina hasta principios de los años setenta.

Es, sin duda, un camino plagado de dificultades ya que su éxito, inevitablemente, llega a través de la superación de la ideología del sionismo que identifica el hebreismo y nacionalidad, pero es la única forma viable de proteger el derecho a la autodeterminación y la repatriación de todos refugiados palestinos. La última palabra, sin embargo, pertenece a los dos pueblos directamente interesados. 


10 de junio de 2009
Publicado por El Bolchevique

Traducción bajo responsabilidad de Quibian Gaytan


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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.